|
|
Embriología del Sistema
Nervioso Central
Parte V El telencéfalo está constituido por una parte media y dos divertículos laterales, estos últimos se constituirán en los hemisferios cerebrales y la cavidad de la porción media forma los ventrículos laterales que se comunican con el tercer ventrículo por el foramen interventricular.
Es necesario recordar que previo a ello han aparecido las vesículas ópticas una a cada lado que constituyen los primordios de la retina y nervios ópticos. Los hemisferios cerebrales crecen (anterior, posterior y dorsalmente) cubriendo al diencéfalo, cerebro medio y posterior asumiendo una configuración oval. (Foto #8, Foto #9). Los hemisferios se acercan entre sí en la línea media por lo que sus superficies internas se aplanan y el mesénquima que queda atrapado entre ellos (cisura longitudinal) va a originar la hoz del cerebro que es un pliegue medial de la duramadre. A la sexta semana aparece en el piso de cada hemisferio una tumefacción grande que es el cuerpo estriado que con el desarrollo de la corteza y las fibras que van y vienen a través del cuerpo estriado lo dividen en los núcleos causado y lenticular. Esta vía de fibras se llama cápsula interna que toma la forma de C, así como los hemisferios cerebrales que han adoptado una forma de C. A medida que sigue el desarrollo de corteza cerebral grupos de fibras (comisuras) conectan entre sí áreas de los hemisferios, la más importante la comisura terminal que se constituye en el extremo rostral del cerebro anterior.
Otras comisuras como la anterior y la hipocampal se constituyen siendo la comisura más grande la del cuerpo calloso que conecta áreas neocorticales, en su inicio el cuerpo calloso se sitúa en la lámina terminal pero el agregado de fibras se extiende más allá de la lámina terminal, al nacer, el cuerpo calloso se extiende sobre el techo del diencéfalo. En un principio la superficie del cerebro es lisa, pero a medida que crece se van constituyendo los surcos y circunvoluciones permitiendo estos un incremento del área de la corteza cerebral y la necesidad de que el cráneo se expanda. (Foto #10). Uno de los surcos que destacan es el lateral en cuyo interior se aloja la corteza que cubre el cuerpo estriado que es la ínsula.
El diencéfalo se origina del segmento caudal de la vesícula del cerebro anterior cuya cavidad es base del desarrollo del tercer ventrículo y la porción rostral del techo del cerebro anterior se invagina a formar los plexos coroideos del tercer ventrículo. El límite cefálico del diencéfalo es el foramen interventricular y su límite caudal es la comisura posterior. (Fig. #7, Foto #11).
El surco hipotalámico marca el límite entre el tálamo y el hipotálamo, este último es formado por una depresión que forma sobre la placa alar del cerebro anterior. Un engrosamiento en la placa alar en la pared lateral del tercer ventrículo da lugar al tálamo en cada lado, el mismo que al crecer en su desarrollo se acercan el uno al otro estrechando por consiguiente el tercer ventrículo y fusionándose para constituir la adhesión intertalámica conocida como masa intermedia. El rápido crecimiento celular en el tálamo da lugar a la formación de los grupos nucleares talámicos. El hipotálamo es formado por la porción alar que esta situada inferior al surco hipotalámico. (Fig. #8). Aquí las células se diferencian en grupos nucleares que están involucrados en funciones regulatorias y endocrinas. Un divertículo se forma del piso del diencéfalo dando origen al infundíbulo.
Haga click aquí para ver la parte VI =>
|