ÍNDICE
618.
ES VENTAJOSO EL EMPLEO DE NUTRICIÓN ENTERAL O PARENTERAL
EN EL CURSO DEL TRATAMIENTO DE AMEBIASIS GRAVES?
El
soporte nutricional útil en el tratamiento
complementario de esta y otras patologías en las que el
estado general del paciente no es bueno, se ha venido
utilizado con gran éxito. Se prefiere la vía naso
gástrica para que en forma más fisiológica el estómago y
otros segmentos intestinales cumplan con la absorción de
los nutrientes. Cuando esto no es posible porque la
persona presenta un compromiso que requiere reposo
intestinal, se debe usar la vía venosa central para
conseguir que los nutrientes mantengan en buen estado
general al paciente, mientras se ejecutan tratamientos
tanto clínicos como quirúrgicos.
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La
nutrición enteral utilizada por los Egipcios a.C. a
través de una sonda rectal en los llamados "enemas
nutrientes", es por historia una de las maneras que el
hombre ideó para complementar la nutrición del
individuo. Hoy en día no se nos ocurriría este
procedimiento que sin embargo esta descrito en la
historia.
La
nutrición parenteral o la enteral se indican
complementariamente en procesos patológicos como
fístulas biliares o enterales, quemados graves,
desnutridos o caquécticos, cierto tipo de enfermos
mentales, patologías intestinales inespecíficas que
cursan con episodios agudos exacerbados y enteritis
postradiación, entre otras. En todos estos casos cuando
se ha utilizado la nutrición parenteral las tasas de
mortalidad han disminuido, además de mantener al
paciente en mejor estado lo que permite realizar
procedimientos agresivos de ser necesarios.
No
todo paciente con cuadros intestinales o
extraintestinales secundarios a una amebiasis deben ser
sometido a la utilización de nutrición enteral o
parenteral. Si además de la amebiasis existe una
enfermedad de Crohn reagudizada, si hemos intervenido a
un paciente con diagnóstico de colon tóxico amebiano, si
nos encontramos ante una persona caquéctica que además
presenta un absceso hepático, es prudente nutrir al
paciente como parte del esquema terapéutico.
La
nutrición parenteral no esta exenta de riesgos y
requiere cuidados especiales por lo que no es un
procedimiento que deba indicarse en forma urgente aunque
el paciente este muy desnutrido. Su aporte debe
efectuarse con incremento progresivo para evitar
sobrecargas cardíacas por crisis hiperglicémicas e
hiperosmolares. Esto hace que quien la recibe debe estar
monitorizado. La glucosuria, cetonuria y el balance
hídrico se controlaran cada ocho horas. El peso y la
glicemia diariamente. Cada semana o máximo cada diez
días, se deben pedir pruebas de función hepática y
determinaciones de albúmina, calcio, magnesio y fósforo.
Los niveles antropométricos y el balance nitrogenado
deberan ser evaluados semanalmente.
Las
embolias pulmonares son complicaciones graves que pueden
terminar con la vida del enfermo. La trombosis de la
vena cava, subclavia y safenas también se presentan como
complicaciones de su utilización y no deben soslayarse.
Si
sabemos que el colon tóxico amebiano tiene una gran
morbimortalidad, si luego de realizar resecciones
importantes nos encontramos con un paciente desnutrido,
el uso de la "nutrición parenteral" debe realizarse. Si
tenemos enfermos con fístulas bilio digestivas o bilio
cutáneas que son secuelas de abscesos hepáticos
amebianos graves, también debemos usar este tipo de
alimentación puesto que su utilidad en estos casos esta
perfectamente demostrada y es un coadyubante válido del
tratamiento quirúrgico de base.
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