INTRODUCCIÓN
Cuando en el año 1975 me inicié
junto al grupo perinatológico de
la Universidad Libre de Berlín
en la técnica de la
ultrasonografía, dirigido por un
pionero de la medicina perinatal
Prof. Erich Saling, nunca
imaginé el gran desarrollo que
alcanzaría en la actualidad en
el reconocimiento de la anatomía
fetal.
En el año 1979, junto con el
amigo, colega y Prof. Dr.
Medardo Blum Narváez y con el
apoyo de los directivos del
Hospital Clínica Kennedy
inauguramos la Unidad de
Diagnóstico Prenatal con el
único propósito de ofrecer un
apoyo diagnóstico a los que
practicamos la especialidad de
gineco obstetricia.
En este recorrido de cerca de 20
años hemos adquirido experiencia
en el manejo de la técnica y sin
egoísmo la hemos trasmitido a
los jóvenes colegas interesados
en la especialidad, ya sea en
nuestra Unidad o en los
múltiples congresos o cursos
talleres que se han dictado en
varias regiones de mi país.
Además hemos participado en
varios congresos internacionales
y mundiales en donde hemos hecho
conocer nuestras estadísticas en
hallazgos de malformaciones
fetales.
Desde hace algunos años he sido
motivado por muchos colegas para
escribir un libro de esta
técnica, aplicada al
reconocimiento de la anatomía
fetal y con esfuerzo he tratado
de hacerlo.
El propósito fundamental de ésta
obra es para facilitar a los
jóvenes colegas que se inician
con esta técnica, reconocer la
estructura cardiaca fetal y,
para los que tienen experiencia
como consulta.
No debemos olvidar al propulsor
de este técnica que en el año
1958 asombró a la clase médica
con las primeras imágenes del
feto en el claustro materno, me
refiero al Prof. Ian Donald de
Glasgow, Escocia, al que tuve el
privilegio de conocerle y
siempre su imagen se recordará
al utilizar esta técnica.
No es nuestro interés de que los
obstetras se conviertan en
cardiólogos perinatales, sino
por el contrario, dado a que los
obstetras en todos los rincones
de mi país utilizan esta técnica
para evaluar al feto, debemos
tener los conocimientos básicos
para reconocer lo normal de lo
anormal, y así, tener la
oportunidad de que los padres
reciban todo el apoyo e
información del especialista
correspondiente a la anomalía
diagnosticada.
Agradezco al Prof. Dr. Gian
Carlo Di Renzo, colega de
prestigio mundial, Jefe del
Departamento de medicina
perinatal de la Universidad de
Perugia (Italia), secretario
general de la Sociedad Europea
de Medicina Perinatal y editor
jefe de la revista Perinatal and
Neonatal Medicine que se edita
en Inglaterra, por su
significativo prólogo a la obra.
Roberto Cassís Martínez
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