Tratamiento de asma con
anticuerpos
Anti-IgE
Es por todos
conocido que el asma tiene su origen en la alergia, que es una respuesta
inmunológica exagerada mediada por anticuerpos IgE. En nuestro medio se ha
comprobado que 9 de cada 10 niños con asma tiene alergia al ácaro del polvo
doméstico. La alergia se desarrolla en parte debido a factores genéticos que
el paciente hereda de sus progenitores, así como también debido a factores
ambientales, y su tratamiento se basa en evitar los factores desencadenantes
(alergenos), uso de medicamentos y vacunas de alergia (inmunoterapia).
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En pacientes
con alergia a medicamentos o a alimentos es sencillo evitar los alergenos,
pues basta con negarse a ingerirlos, pero en pacientes con alergia a
inhalables como el polvo, aunque evitar los alergenos ayuda, no siempre se
logra.
Los
medicamentos consiguen cada vez mejores efectos con menores reacciones
adversas, pero presentan el problema de que al retirárselos, una vez que su
nivel sérico ha disminuido, la protección al paciente también lo hace.
Las vacunas
de alergia son en la actualidad una excelente alternativa de tratamiento, y
debe hacerse únicamente con extractos alergénicos estandarizados y en manos
de un Médico Alergólogo exclusivamente. Las bases moleculares de su efecto
benéfico se conocen ya desde hace tiempo atrás y se resumen en una disminución
de la IgE específica para el alérgeno contra el que se está vacunando,
disminución de la reactividad de mastocitos y basófilos así como la
sensibilidad de estas células, entre otros. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) recomienda su uso en pacientes con asma y rinitis, pero una vez más
se insiste en la adecuada selección del paciente y de los alergenos, por lo
que su uso, por seguridad para el paciente, sólo debe ser guiado por un Alergólogo.
Una
alternativa interesante se está investigando en los países desarrollados y
consiste en la aplicación de anticuerpos dirigidos contra la IgE de los
pacientes alérgicos. Debemos recordar que las moléculas de IgE son
sintetizadas por las células B y las células plasmáticas. Posteriormente
esta IgE es liberada en el torrente sanguíneo desde donde va a ligarse a
receptores específicos en las células cebadas, mastocitos y otras células
efectoras del sistema inmune. Posterior a la exposición a un alérgeno, las
moléculas de éste se ligan a la porción Fab de la molécula de IgE
localizada en la superficie de los mastocitos y basófilos, estimulando su
degranulación. La degranulación conlleva la liberación de mediadores y
citocinas que finalmente producen los síntomas y signos de asma y rinitis.
Se han
desarrollado dos medicamentos Anti-IgE que son el CGP 51901 y el rhumab-E25
(Omalizumab). Los estudios de este último medicamento ya se han realizado
hasta en la población pediátrica.
El Omalizumab
es un anticuerpo monoclonal Anti IgE humanizado (proviene del ratón) que se
liga a la IgE circulante, formando complejos inmunes, disminuyendo su nivel de
esta manera (de la IgE libre). No se liga a la IgE que se encuentra sobre basófilos
y mastocitos, por lo tanto no ocasiona reacciones anafilácticas.
En el estudio
pediátrico participaron 334 pacientes de ambos sexos de entre 6 y 12 años,
con asma moderada a severa y que requerían esteroides inhalados. Estos
pacientes fueron colocados en dosis equivalentes de dipropionato de
beclometasona (DBP) y se ajustó la dosis para que mantengan su asma bajo
control. Posteriormente los niños fueron colocados aleatoriamente en un grupo
que recibían placebo (N=109) u Omalizumab (N=225). Los resultados fue que más
pacientes del grupo de Omalizumab lograron disminuir el uso de DBP (55% vs.
39%), e incluso el monto de la disminución fue mayor (100% vs. 66,7%). También
fue menor el número de exacerbaciones de asma entre quienes usaron
Omalizumab; las recaídas que requirieron hospitalización fueron todas en el
grupo que placebo. La diferencia en los valores espirométricos no fue
significativa entre ambos grupos. La utilización de medicación de rescate
fue significativamente menor en relación a quienes estaban en el grupo
placebo, así como el número de visitas al médico no programadas. Los
pacientes tratados con Omalizumab no tuvieron efectos adversos serios y los
eventos adversos sí fueron mayores entre los que estaban recibiendo la droga
motivo del estudio.
Recientemente
se efectuó un estudio en el que se comprobó que el uso de Anti-IgE daba un
efecto adicional al uso de la inmunoterapia tradicional (vacunas de alergia)
el que era independiente del tipo de alérgeno, por lo que se concluía que la
unión de las vacunas de alergia con la Anti-IgE representa para los Alergólogos
una arma más dentro del arsenal terapéutico para el manejo de las
enfermedades alérgicas como el asma y la rinitis.
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Autor:
Dr.
John Zambrano
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