Al pensar en nuestros niños que practican un deporte especial como el fútbol, debemos tener presente algunos fundamentos de la alimentación.
Primero, hay que recordar que estos pequeños juegan varios partidos en el fin de semana, pero también tienen otras actividades en la escuela, que desarrollan de lunes a viernes. Por eso, no podemos alimentar a los chicos
sólo para el partido.
Es necesario asegurarnos que la ingesta de alimentos sea frecuente y equilibrada todos los días de la semana, de todas las semanas del año. Es entonces cuando vamos a empezar ha hablar de alimentación apropiada y equilibrada.
Debemos recordar que la primera comida del día es el "desayuno", pues nos
permite cubrir las necesidades que se presentan en el transcurso de la noche durante el período en que estos descansan y recuperan sus energías.
Nuestros niños deberían de desayunar todos los días antes de salir a realizar su trabajo en las escuelas. Así como también previa la participación en los eventos deportivos Para que de esta manera se cumpla una de las leyes de la alimentación, que indica la necesidad del que el aporte al individuo deba de ser suficiente. Pues si nos saltamos el desayuno y lo reemplazamos con la colación de la media mañana les estamos restando
una comida importante en el esquema del día.
También debemos recordar que la comida debe de ser variada, para que a través de la alimentación se puedan obtener todos los nutrientes que aportan los alimentos y que
requiere el organismo humano.
Por supuesto que no podemos olvidar que la dieta debe ser equilibrada, para que el cuerpo pueda funcionar de manera eficiente, y por ello es que recomendamos que se les ofrezca a estos pequeños al menos dos vasos de leche al día o si nos resulta económicamente imposible cubrir esta recomendación, al menos se prepare una colada con leche que es una manera de enriquecerla.
Los niños deberán ingerir frutas y vegetales como fuente de vitamina, minerales y fibra, de forma diaria para establecer un esquema saludable de alimentación.
Algunos padres podrán pensar que estas recomendaciones son exageradas, pero no deben de olvidar que estamos hablando de niños en proceso de crecimiento, que tienen muchos requerimientos, no solo nutricionales, sino también afectivos.