El hábito de fumar

habito de fumar

INTRODUCCIÓN :   Este sumario para pacientes sobre el cese del hábito de fumar y el riesgo persistente en el paciente de cáncer, ha sido adaptado del sumario escrito por los expertos en cáncer para los profesionales de la salud.   Ésta y otra información fidedigna sobre el tratamiento del cáncer, su detección y prevención, la atención médica complementaria brindada a los pacientes de cáncer y los ensayos clínicos que se realizan actualmente, se encuentra a su disposición en el Instituto Nacional del Cáncer.  Este breve sumario describe el hábito de fumar y los riesgos que significa continuar fumando para el paciente de cáncer.  

DESCRIPCIÓN :  Este sumario trata brevemente del hábito de fumar como factor primario de riesgo de contraer cáncer, pero enfoca la cuestión principalmente desde el punto de vista del efecto que tiene el tabaco sobre la recurrencia de la enfermedad y sobre el diagnóstico de otro cáncer primario; de las características propias del dejar de fumar y de continuar fumando en el paciente de cáncer; y de las recomendaciones para que el paciente de cáncer deje de fumar.  Ya en otros lugares hay bastantes documentos sobre la prevención del cáncer y el dejar de fumar en la población general.   La información presentada en este sumario tiene que ver con el fumar, en vez de referirse al uso del tabaco bajo otras formas, como el rapé y el tabaco de mascar.

FUMAR COMO FACTOR PRIMARIO DE RIESGO :   La relación entre el uso del tabaco y el cáncer del pulmón, de la cabeza y del cuello se estableció hace casi 50 años. De los casos de cáncer de la cabeza y el cuello que se diagnostican cada año, 85% están relacionados con el uso del tabaco.  El hábito de fumar que comienza mucho antes de los 30 años de edad,  también aumenta el riesgo de contraer cáncer colorrectal.   Fumar contribuye al desarrollo del cáncer porque causa mutaciones en los genes supresores de tumores, dificulta la función de los pulmones y reduce la eficacia del sistema inmunitario.

PEOR RESPUESTA AL TRATAMIENTO EN EL PACIENTE DE CÁNCER :   Los estudios realizados muestran que, una vez que se diagnostica el cáncer en un fumador, dejar de fumar todavía puede ser muy ventajoso.  Seguir fumando puede reducir la eficacia del tratamiento y empeorar sus efectos secundarios.   Por ejemplo, los pacientes que han recibido radioterapia como tratamiento para el carcinoma laríngeo,  tienen mucho menos probabilidad de recuperar la calidad satisfactoria de su voz si continúan fumando.   Además, la curación de la herida después de la cirugía es más difícil si uno sigue fumando.  Hasta los pacientes que han dejado de fumar recientemente tienen mayor probabilidad de recuperarse que los que siguen fumando.

FUMAR COMO FACTOR SECUNDARIO DE RIESGO:   Cuando un paciente tiene cáncer, independientemente de que esté relacionado con el hábito de fumar o no,  corre mayor riesgo de contraer otro cáncer en el mismo sitio o en otro, si no deja de fumar.  El riesgo de contraer otro cáncer puede persistir hasta 20 años, aunque el cáncer original haya sido tratado con éxito.   Los fumadores que padecen de cáncer oral y faríngeo también tienen una alta tasa de desarrollar otro cáncer primario.  El riesgo disminuye significativamente, sin embargo, después de haber dejado de fumar 5 años.

EFECTOS DEL DIAGNÓSTICO DE CÁNCER SOBRE EL DEJAR DE FUMAR Y PERMANECER ABSTINENTE:  La mayoría de los individuos que tienen cáncer relacionado con el fumar, dejan de fumar o se esfuerzan seriamente por hacerlo,  cuando se les diagnostica el cáncer.  Los pacientes que no cesan de fumar inmediatamente,  a veces se sienten motivados a dejar el tabaco más adelante.    Algunos estudios han demostrado que los pacientes que reciben un tratamiento menos intenso tienen mayor probabilidad de seguir fumando y, si dejan de fumar, tienen mayor probabilidad de volver a comenzar.

INTERVENCIÓN EN EL HÁBITO DE FUMAR EN EL PACIENTE DE CÁNCER :   Aunque se han realizado investigaciones del cese del hábito de fumar en otros grupos de pacientes, especialmente en los pacientes cardíacos, muy pocos estudios han incluido un grupo de pacientes de cáncer.  Estos estudios han mostrado la importancia de que los médicos y otros profesionales de la salud ayuden a los pacientes a dejar de fumar.  El modelo ASK, ADVISE, ASSIST, and ARRANGE (AVERIGUE, ACONSEJE, AYUDE y ARREGLE) se ideó a fines del decenio de 1980 para los proveedores de atención médica y sus pacientes que fuman.  Utilizando el modelo, el médico le pregunta al paciente sobre el estado de su hábito de fumar durante cada visita, le aconseja que deje de fumar, lo ayuda fijando una fecha para que deje de fumar, le ofrece materiales de autoayuda, le recomienda el uso de la terapia de sustitución de la nicotina (por ejemplo, el parche de nicotina) y cita al paciente para consultas de seguimiento. Todos los fumadores no están motivados para dejar de fumar. Los médicos deben de motivar al paciente a dejar de fumar. Los pacientes que tratan de dejar de fumar por primera vez, suelen volver a comenzar de nuevo una vez o muchas veces. Se debe alentar a los fumadores a anticipar las situaciones tensas que le provocarán el deseo de fumar y a desarrollar estrategias para encararlas. Hasta a los fumadores más motivados, les puede tomar más de un año dejar de fumar. 

Autor:

Oncomédica S.A. (Seguro prepago para casos de cáncer)
Guayaquil

 

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