Qué hacer en una emergencia?

Todas las emergencias se pueden manejar si se recuerdan cuatro cosas:

prevenir, preparar, reconocer, actuar. 

 

Una acción rápida puede salvar una vida y los minutos iniciales después de una lesión o crisis médica son a menudo los más importantes. La clave está en saber lo que se debe hacer, mantener la calma y tomar la decisión de actuar. 

Previniendo emergencias
La prevención de emergencias significa que se debe hacer un examen médico cada año y hacer ejercicio con regularidad.

Proteja su salud al determinar si tiene algún riesgo de alguna condición de peligro y siga las recomendaciones de su médico para reducir los factores de riesgo que pueden poner en peligro su vida. Por ejemplo, si  fuma, deje el cigarrillo.

Todos somos personas ocupadas, y siempre nos falta tiempo, pero ¿es más fácil manejar un infarto o prevenirlo con ejercicio y visitas al médico? Si no prevenimos ahora, pagaremos las consecuencias después.

Preparándome  para una emergencia
Si bien, puede parecer negativo prepararse para lo peor, la preparación lleva a la prevención un paso más adelante.  Lo anterior, significa que si una emergencia se presenta, la podemos manejar tranquila, rápida y efectivamente para minimizar su impacto.

Estar preparado significa conservar una lista de números de emergencia cerca del teléfono.  Se deben incluir los números de la policía, bomberos, centro de control de venenos, hospital local, servicio de ambulancia, el consultorio de su médico particular.

Estar preparado significa hacer una lista de todos los medicamentos que usted y su familia toman y sus dosificaciones. En una emergencia, es posible que usted no pueda hablar, así que lleve esta lista con usted. Esta lista puede ayudar a prevenir interacciones graves de medicamentos.

Además, haga una lista de las alergias, especialmente las alergias a medicamentos o de aquéllas con reacciones severas.  Esta lista ayudará a garantizar que los cuidados que reciba no empeoren su condición.

Mantenga un botiquín de primeros auxilios bien surtido en su hogar y en su auto.  Un buen botiquín de primeros auxilios le ayudará a manejar situaciones médicas... desde cortadas leves por rasurarse, ampollas por patines, o quemaduras por sol, hasta torceduras o cortadas severas. 

Las clases de primeros auxilios también le ayudarán a aprender cómo mantener la calma y cómo calmar a otros en una emergencia.

Reconociendo la emergencia
Reconozca la diferencia entre una crisis menor y una emergencia con peligro de muerte. Por ejemplo, dolor en el abdomen superior puede ser por indigestión, úlceras, o una señal temprana de un infarto.

Un niño que se cae en el patio y queda inconsciente puede haberse tropezado o puede haber sido picado por algún insecto y está sufriendo de una reacción alérgica.

No todas las cortadas requieren de sutura, así como no todas las quemaduras requieren de tratamiento médico avanzado. Parte del manejo de una emergencia es poder evaluar las señales de advertencia y hacer una decisión rápida, pero siempre es mejor ser precavido.

¿Cuándo debe pedir una ambulancia en lugar de acudir en un auto al departamento de urgencias?

Pregúntese lo siguiente:

·     ¿La condición en la que está la víctima, pone en peligro su vida?

·     ¿Podría empeorar la condición de la víctima y volverse un peligro de muerte camino al hospital?

·     ¿Se requieren las habilidades o equipo de paramédicos o técnicos médicos de emergencias para mover la víctima?

·     ¿Podrían la distancia o las condiciones del tráfico demorar la llegada de la víctima al hospital?

Si la respuesta a alguna de esta preguntas es sí o no está seguro(a), es mejor pedir una ambulancia.


¿Cuándo se debe decidir a actuar?
Estar preparado y comprender la situación aumentará la efectividad de sus acciones en una emergencia, pero tomar la decisión a actuar es crucial. Significa estar listo, dispuesto y capaz de ayudar a alguien hasta que llegue el servicio de emergencia, o hasta que haya pasado la crisis.

La acción puede ser cualquier cosa desde llamar para pedir los paramédicos, aplicar presión a una herida, administrar CPR, o entablillar una lesión. Nunca realice un procedimiento médico si no está seguro cómo hacerlo.

Manejar una emergencia puede ser aterrador. Nos sentimos impotentes e incapaces de ayudar a nuestros seres queridos en un momento cuando más lo necesitan. Si tomamos las medidas preventivas y nos preparamos para lo peor, podemos evitar las emergencias antes de que comienzan.
 

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