Várices
  durante el embarazo
  
  
					
													
	  
													
													
													
										
													
	  
  													
													
										
													
    
													
													
  
	Normalmente
  las venas son las encargadas de transportar la sangre que ha sido utilizada
  por nuestro cuerpo para alimentarse y oxigenarse, de vuelta hacia el corazón
  para volver a oxigenarse en su pasaje por los pulmones.
   
  
   
													
													
												 
									
									 
												
													
  
  												
  
	 
  
   
  
  
	En
  el caso de nuestras piernas, éstas deben trabajar en contra de la gravedad,
  porque la sangre hace un recorrido "hacia arriba", motivo por el
  cual disponemos de un sistema de válvulas en nuestras venas para que el
  recorrido siempre sea unidireccional, hacia el corazón.
   
  
   
													
													  
													
													
										
		
		  
  
													
													 
	
													Cuando
  estas válvulas están enfermas o no existen, como ocurre en algunas personas,
  la sangre tiende a estancarse en las venas que más soportan el peso de la
  gravedad (piernas, recto y a veces la vulva) obteniendo como resultado la
  aparición de las odiosas várices o 
													
													
													 
	
	hemorroides.
   
  
													
													
													
  
													
													
													
  
													
  
  
	 
  
   
  
  													
  
	Esta
  enfermedad es más frecuente en las personas con exceso de peso, y es 4 veces
  más frecuente en la mujer que en el hombre.
   
  
   
  
  
	  
   
  
  
	En
  la mujer que tiene una predisposición especial, las várices hacen su
  "debut" durante el embarazo.
  
   
													
	  
  
	Favorecen
  su aparición el aumento de la presión del útero sobre las venas pelvianas,
  el aumento del volumen de sangre que circula en el cuerpo, y las hormonas del
  embarazo, que relajan las fibras musculares presentes en las paredes de las
  venas.
   
  
   
  
  
	 
  
   
  
  
	Aparte
  de su molestia por motivos estéticos, causa dolores musculares, pesadez o
  calambres.
  
   
													
	  
  
	Todas
  las mujeres embarazadas corren el riesgo de aparición de estas desagradables
  alteraciones venosas, que además pueden complicarse con enfermedades como la
  trombosis o tromboflebitis (formación de un coágulo en el interior de las
  venas con o sin infección local asociada).
  
   
  
  
	 
  
   
  
  
	Lo
  mejor en estos casos es la prevención. Hay que considerar que en esta
  enfermedad tienen mucha importancia los antecedentes familiares, y en estos
  casos es muy difícil evitar algo que ya está en nuestros genes. De todas
  formas puede mejorarse mucho su aspecto y evitar complicaciones médicas.
  
   
													
													
			
													
																
																	
																	
  													
													
												
													
										
  
	Cómo
  disminuir los riesgos de su aparición o detenerlas? 
  
  
													
													
													
										
													
  
	•
  Primero y principal evita el exceso de peso.
  
   
  
	•
  Utilizar medias-bombacha "panty" de descanso, especiales para várices.
  Son las elásticas o las de Lycra bien ajustadas.
  
   
  
	
	• 
	Evitar estar mucho tiempo parada y quieta. Si debes estar parada es mejor 
	caminar, aunque sea tramos cortos.
  
  	
   
  
	•
  También, si trabaja sentada, debe levantarse y caminar por lo menos una vez
  por hora, o levantar y bajar sus talones periódicamente para evitar que la
  sangre de sus piernas quede atrapada en las venas.
  
   
  
	•
  No utilice ropa ajustada en las piernas, los muslos o la cintura, ya que
  afecta la circulación de la sangre en las venas y predispone la aparición de
  las várices.
  
   
  
	•
  Evite el uso de tacos muy altos, lo ideal es un máximo de 5 centímetros.
  
   
  
	•
  No levante cosas muy pesadas.
  
   
													
													
										
  
	 
													
										
			•
  Haga una 
	
													
													 
	
	dieta
  alimentaria que prevenga la constipación.
  
  
  
													
													
										
													
  
	 
													
										
			•
  Evite el 
													
													
													
													 
	
	tabaco,
  que está asociado con aumento en la incidencia de várices.
  
  
  
													
										
													
										
													
  													
													
										
  
	•
  
													 
													
													
										
	En lo posible evite la 
	exposición al sol directo. El calor del sol dilata las venas y si tienes 
	predisposición a las várices, aparecerán mucho más rápidamente.
  
  
  
	•
  Durante las horas de reposo nocturno debe elevar los miembros inferiores por
  lo menos 15 centímetros, colocando tacos de madera o libros en las patas de
  los pies de la cama. Esto favorece la circulación de la sangre de sus venas
  en los miembros inferiores.
  
   
													
													
										
  
	 
													
													
													
													
										
													
													
										
			•
  Puede realizar 
	
													
													
													
													 
	
	ejercicios
  para prevenir y reducir las várices antes de acostarse, que
  favorecen el vaciamiento de la sangre de las venas de las piernas.
  
  
  
													
													
										
													
  													
													
  
	•
  Si puede, realice caminatas diarias de por lo menos 20 minutos, que mejoran la
  circulación en la mitad inferior de su cuerpo.
  
   
  
	Si
  presenta várices importantes, debería utilizar medias elásticas durante el 
  trabajo de parto y en las 48 horas posteriores para prevenir la aparición
  de una trombosis venosa. También en estos casos se aconseja levantarse lo
  antes posible después del parto, para prevenir complicaciones. 
													
													
													
													
													
													
    
													
													
													
  
	
	Después
  del parto debe realizar un control con un médico especialista, que de ser
  necesario realizará un tratamiento recién a partir de los 6 meses del
  alumbramiento. 
													
													
													
													
										
	
	
	
	Autor: 
	
									
            
            
													
										
	
													  
																										
													
										
													
										
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