En el mundo entero los sistemas pensionísticos son revisados 
          anualmente con el fin de equilibrar el aumento del costo de la vida 
          para paliar en algo la devaluación que esos montos sufren. Hay que 
          aclarar igualmente que en el primer mundo hay pensiones de vejez para 
          todos los ciudadanos de determinada nación aunque no hayan aportado a 
          un ente previsor, y además están las que perciben los trabajadores en 
          servicio pasivo (por antigüedad).
			Así las cosas, en el Ecuador desde aproximadamente 1 mes y semanas, 
          los jubilados se han tomado las dependencias del IESS en signo de 
          protesta y como medida de presión para conseguir que todos reciban un 
          sueldo mínimo vigente. La reacción gubernamental fue negativa e 
          insensible continúa siendo, pues aduce que no hay financiación para 
          satisfacer la demanda.
			En todo caso, el hecho ha servido para una gran reflexión y debate al 
          interior de la sociedad que bien sirve para otras colectividades de 
          esta parte del planeta denominada “países en vías de desarrollo”. De 
          ello debemos rescatar algunos elementos importantes y anteriormente 
          comentados en otros medios de masa.
			La jubilación es una fase de la existencia del ser humano aunque solo 
          sea un evento administrativo por el que pasamos a la desocupación, 
          pero también es una minoría en las naciones de Latinoamérica, 
          constituye una clase social sin lugar a dudas ypor ende una subcultura 
          más. El momento de reivindicación para ese estrato ha tardado en 
          llegar alrededor de 5 décadas, tomando por sorpresa a la comunidad, no 
          obstante que era una bomba de tiempo que todos sabían que algún día 
          explotaría.
			El detalle de si esa cantidad mínima alcanzará o no para la 
          subsistencia, no se ha analizado suficientemente por ninguna de las 
          partes del conflicto, pero saludable sería determinarlo, ya que al 
          dolarizar las pensiones, estas se redujeron a límites infinitesimales 
          ameritando una justa elevación, sin embargo, el alza no serviría de 
          nada si el Seguro Social no sufre una profunda reestructuración, a fin 
          de que esas personas puedan estirar su sueldo cada 30 días.
			Y entonces ¿ Cómo estirar las pensiones? Simplemente, alrededor del 
          aumento deberán implementarse otras medidas tales como un comisariato 
          que venda con descuentos (sin IVA, sin % a nada), un comedor en donde 
          se coma a centavos, y una atención médica especializada que es 
          obligación de otorgar del IESS, lugar en el que estos individuos 
          ahorraron por años para cosechar ahora beneficios, no malos tratos, ni 
          malos repartos.
			La última meditación de este polémico caso, es que si solamente el 8 % 
          de los viejos son jubilados ¿cómo estará el 92 % que no fue afiliado?